Road Trip de dos semanas por Sicilia

Road Trip Sicilia en familia
 

Ahora que empezamos a pensar en nuestro nuevo viaje (sí, nos gusta torturarnos de esta forma cuando tenemos frío) y antes de que se nos olvide nuestra Road Trip por Sicilia del pasado verano, nos hemos dado cuenta que los quince días que pasamos por allí fueron unas vacaciones muy completas que integraban, en su justa medida, playa, arte, historia y contrastes.


Tenemos otra entrada general Sicilia con niños donde hablamos de nuestras impresiones, lo que cambiáramos de la ruta, como lo vemos para ir con niños, preparativos y  otra sobre los alojamientos, puede que te interesen.

 

Aquí desarrollamos un poco más nuestra ruta que hemos dividido en 5 etapas/5 alojamientos:

 

ETAPA 1: PALERMO – CEFALÚ – MONDELLO (3 días)

 

Llegamos a Palermo por la tarde y en el corto trayecto que separa el aeropuerto del centro ya me di cuenta que el mito bastante extendido de que los sicilianos/as conducen fatal no es tal, más bien se acerca más a “una verdad como un templo” (de los que por allí proliferan).

 

A la muchacha del Google maps no le costó demasiado guiarnos hasta nuestro alojamiento y aun así dimos dos o tres vueltas porque, lo que sí nos costó fue vernos capaces de meter el coche por semejante estrechez del pórtico que daba acceso  a la corrala dónde se encontraba nuestro “establo” reconvertido en apartamento superchulo.

 

Lo que restó de tarde no dio para mucho porque tuvimos que esperar el despertar de nuestra pequeña, pero sí dio suficiente de sí como para recorrer algunos de los sitios más animados de esta ciudad como son la Piazza Caracciolo y sus graffitis y la peatonal Vía Maqueda.

Entre visita y visita para dinamizar el viaje dedicamos día y medio a Palermo que a ritmo familiar no da para demasiado y tuvimos que prescindir del interior de algunos imprescindibles porque Telma ya sabe decir “me aburro” con demasiada facilidad.

palacio de los Normandos Sicilia
Exterior del Palacio de los Normandos y la Capilla Palatina

En nuestra opinión Palermo no es la ciudad ideal para ir con niños, y mucho menos con peques que encuentran mucho más atractivo correr detrás de una pelota de goma por una calle peatonal que disfrutar del arte milenario del interior de una capilla.

 

Parecía que iba a resultar más complicado equilibrar la balanza entre historia/diversión infantil en un lugar en el que no vimos ni un solo parque para que Telma pudiera disfrutar de unos momentos de esparcimiento pero nos apañamos como pudimos y vimos todo lo que teníamos previsto.

También pudimos disfrutar del buen rollito callejero de Vía Maqueda y de Corso VittorioEmmanuel y sobre todo del ambiente puramente siciliano, aunque más propio del sudeste asiático que de una isla europea, del Mercado Ballaró.


A una hora en coche de Palermo se encuentra uno de los pueblos más bonitos de Sicilia: Cefalú.

 

Lo primero que te llama enormemente la atención de este antiguo enclave pesquero es lo cuidado y limpio que está, lo cual se agradece muchísimo tras pasar unos días en la capital.

 

En Cefalú podrás echar el día en una playa que no está nada mal (mejor la zona playera que está más cerca del casco histórico) y combinarlo con un interesante callejeo entre arcos que dan al mar, termas romanas, y una catedral bastante curiosa.

Cefalú


Nuestra última parada por la región palermitana ha sido la Playa de Mondello. Sorprende que a tan sólo 13km de tráfico junglatico desde la capital puedas toparte con una playa de arenas blancas y aguas turquesas, con un balneario centenario que le da un toque de distinción y el monte Pellegrino de fondo protegiéndolo todo.

 

Ser una playa tan bonita tiene su precio, y nunca mejor dicho porque la mayor parte de la orilla está vallada/privatizada/invadida por sombrillerias y tumbonerías de pago.

Aunque las zonas públicas escasean, y  lógicamente están llenas de gente, no es difícil encontrar un hueco decente para estirar la toalla.


ETAPA 2: ERICE – TRAPANI – FAVIGNANA (ISLAS EGEAS) (2 días)

 

A Trapani en sí le dimos pocas oportunidades, apenas un callejeo agradable por el centro histórico en busca de heladerías y del cuscús de pescado típico de la zona, delicioso por cierto.

 

Habíamos venido hasta aquí fundamentalmente por los ferris a las Islas Egadas y por la visita a Erice más que por la ciudad en sí.

 

La subida a Erice la hicimos en funicular desde Trapani, un poco cara (22€ ida y vuelta los 3) pero merece la pena.

Erice no es el mejor entorno medieval que he visto, pero:

 

castillo+callejuelas+VISTAS+catedral=Recomendable¡¡¡


Para visitar las islas Egadas dudamos entre contratar un mini crucero que suele consistir en llegada y parada en el puerto de Favignana un par de horas, visita de las calas más famosas, comida en el barco y visita con parada de otra hora en la isla de Levanzoo ir por nuestra cuenta en ferry sólo a Favignana y recorrerla a lomos de unas bicicletas alquiladas marcando nuestros ritmos. Optamos por la segunda opción y nos alegramos.

 

A pesar de haber pasado sólo una jornada, esta islita ha sido uno de los platos fuertes del viaje y donde hemos disfrutado de baños en aguas turquesas en las que son, sin duda, las mejores playas de Sicilia.

 

Lido Burrone

Una playa muy bonita para echar la mañana, perfecta para familias, cerca del pueblo, de arena, con agua clara, transparente, poco profunda y fresquita también.

Tiene un par de chiringuitos para que te olvides de llevar comida y cuenta, como en la mayoría de las playas que vimos en Sicilia, con tumbonas y sombrillas de alquiler.


Cala Azzurra 

Nos colocamos como pudimos en unas rocas y muy al contrario de lo que esperábamos, saltar de piedra en piedra fue una diversión para la niña. No obstante es una cala para estar más dentro del agua, un baño aun mejor que el de Lido Burrone.

Nos gustó tanto Favignana que nos arrepentimos de no haber pasado la noche en Favignana en lugar de Trapani para haber disfrutado unas horas más de sus playas y sin las prisas de volver al ferry.

Importante no olvidar gorro. Aunque las distancias en bici no son largas, no hay apenas sombras.


ETAPA 3: AGRIGENTO – VALLE DE LOS TEMPLOS (1 día) 

 

Para nuestra hija, que llegó mareada de tanto coche, el conjunto de templos griegos mejor conservado del mundo no deja de ser un montón de piedras amontonadas y casas medio rotas.

 

Para mí fue uno de los mejores momentos del viaje que únicamente se vio enturbiado por la soledad. Y es que entiendo perfectamente que Telma pensara que dónde se ponga una piscina calentita y los columpios del hotel, que se quiten más de 2500 años de historia.


Pese a lo tentadores que podrían resultar los planes de mi hija, el conjunto de templos griegos mejor conservado del mundo era una oportunidad que no podíamos dejar pasar así que Marta se sacrificó en pos de la fotografía y mi entusiasmo.

 

Recorrer este “valle” Patrimonio de la Humanidad te puede llevar todo el tiempo que quieras invertir porque hay suficientes ruinas para echar una jornada completa, sin embargo, si sólo quieres centrarte en lo que está mejor conservado o en lo más representativo, o te pasa como a mí, que llegué con la hora justa, no te llevará más de dos horas hacer una ruta muy completa.

Es totalmente comprensible que el Valle de los Templos de Agrigento sea un destino muy turístico porque es impresionante.

 

Mi apresurada visita de última hora, cuando el sol ya se ponía, se convirtió en una orgía fotográfica memorable.

 

ETAPA 4: SCALA DEI TURCHI – ORTIGIA – NOTO – MARZAMEMI 

 

La fama de la Scala dei Turchi no le ha llegado por tener la mejor orilla para disfrutar de la sombrilla y un buen baño, además el día que nosotros estuvimos había medusas y, para colmo, hay que jartarse de bajar escalones para llegar desde el aparcamiento.

 

Sin embargo, lo que si la convierte en una playa totalmente recomendable y especial, ideal para hacer un alto en el camino (no mucho más), es el contraste de colores que se da entre el blanco nuclear de las rocas, el verde oscuro del mar y el azul del cielo.


Siracusa es conocida fundamentalmente por dos motivos. El primero es que allí nació el físico, matemático y astrónomo Arquímedes. Dicho esto sólo falta conocer la segunda que es, nada más y nada menos que Ortigia.

 

Ortigia es un pequeño islote cuya situación geoestratégica ha permitido que multitud de civilizaciones hayan recalado por aquí (corintios, griegos, bizantinos, árabes, normandos y, por supuesto, los romanos) y ese origen tan ecléctico aún se puede percibir allá dónde mires.

Ortigia

Es difícil toparse con un lugar con tantos puntos de interés en tan poco espacio, desde el recorrido por los restos amurallados que termina en el paseo marítimo, hasta la piazza del Duomo, recorriendo callejuelas atestadas de restaurantes y vida, mucha vida tanto de día como de noche.


A unos 35km al sureste de Siracusa se encuentra Noto, la obra maestra del Barroco siciliano. El conjunto arquitectónico abarca el centro de esta localidad muy enfocada al turismo.

Tanto si eres un amante de la historia y la arquitectura como si eres un completo profano en la materia tienes que ir a Noto, no defrauda para nada.

Noto

Marzamemi nos dio otra grata sorpresa esa misma jornada. En un primer momento el calorazo de las horas centrales del día que nos acogió con los brazos abiertos  y una caminata, sin sombras a la vista, desde el parking hasta la plaza central nos desalentaron, pero una vez allí disfrutamos de un rincón tan auténtico que se nos pasó toda la tontería de golpe.


Toca hablar de las playas del sureste:

Fontane Bianche: Olvídate de aparcar gratis, pero 3€ por un día no me parece descabellado, pero te da una idea de que estas en territorio “de pago”.

 

La playa, flanqueada por un montón de restaurantes y hoteles esta mayoritariamente reservada a las tumbonas, salvo unas pequeñas zonas de libre uso y disfrute.

El día que nosotros estuvimos el agua y la orilla estaban muy sucias (de algas, no de porquería) y tuvimos que buscar una esquina decente donde hacer el obligado castillo de arena (eso sí sorteando los pies de la multitud).

 

En mi opinión Fontane Bianche no está mal, pero si está muy alejada de nuestra excelencia playera.

Playa Arenella: He de reconocer que esta playa normalita, no está entre las que recomendaría, o quizá era la cantidad de gente lo que le restaba más encanto. Lo bueno es que está a tan solo sólo 10 km. de Siracusa y el parking es gratuito.

Calamosche: Acudimos a esta cala con conciencia de andar buscando playa. Sabíamos que tendríamos que pagar por dejar el coche (lo que es normal al tratarse de un parque natural) y que tendríamos que caminar por un sendero hasta llegar, pero estábamos dispuestos a pagar ese precio por una buena causa/cala.

 

No contábamos con que la pequeña se quedara dormida antes de llegar y mucho menos con lo largo que se hizo el kilómetro y medio arrastrando un carrito por un camino para 4×4, e intentando que su pasajera no despertara.

 

La cala es bastante bonita, con poca gente y aguas muy limpias pero pillamos un día con el mar algo revuelto y definitivamente tampoco nos impresionó, aunque nos gustó más que las dos anteriores. Puede que no compense, sobre todo si vas con niños, la difcultad del camino para lo que te encuentres. Aunque todo depende de cómo te lo tomes, nosotros nos echamos bastantes risas.


Playa de Gelsomineto: Las expectativas son importantes a la hora de hacerse la  impresión de un lugar, y las nuestras no eran muy altas respecto Gelsomineto.

No habíamos encontrado mucha información sobre esta playa y  tampoco formó parte de nuestro plan inicial de viaje, es decir, fue un relleno más bien improvisado que, a la postre, resultó en uno de los mejores momentos playeros del viaje.

 

Por ponerle un fallo, los 15€ del parking que no estábamos dispuestos a abonar así que tocó caminar.

Playa natural sin edificaciones cercanas, rodeada de árboles, arena clara y agua limpia, lo dicho un buen playeo.


ETAPA 5: GIRADINI NAXOS  – TAORMINA – ISOLA BELLA – GOLE ALCANTARA – CASTELMOLA (4 días)

 

Teníamos previsto regresar partiendo desde el aeropuerto de Catania y Giardini Naxos está los suficientemente cerca como para no agobiarnos con demasiados kilómetros el último día, pero también se encontraba en una situación privilegiada para considerarlo como campo base para visitar Taormina.

 

Giardini Naxos en sí mismo no tiene nada especial, es un pueblo destinado al turismo veraniego con todo lo bueno y malo que eso conlleva. Por la noche puedes caminar por el paseo marítimo y buscar un restaurante donde comer, además cuenta con un par de parques infantiles que le dan un punto añadido y tiene playa donde que siempre es un buen recurso frente a una crisis de aburrimiento infantil.

 

Parece mentira que Palermo y Taormina pertenezcan a la misma isla, es más, parece mentira que pertenezcan al mismo continente.

 

Antítesis de la capital en cuanto a limpieza, orden y nivel de cuidados, Taormina sabe sacarse el mejor partido. Todo está puesto en su sitio, las piedras de las calles, los adornos típicos, la decoración de las tiendas y los edificios históricos, todo en perfecta armonía pese a la gran mezcla de estilos (medieval, gótico catalán, normando…) que en ella conviven.

En este ambiente tan ecléctico no desentona para nada el famoso Teatro Griego y mucho menos las vistas que ofrece sobre la bahía de Naxos y del Etna.

Lugar obligado y típica postal de Taormina, salvo si te pasa como a nosotros y tu visita coincide con el famoso festival de cine de esta localidad, porque entonces, en lugar de una idílica vista, disfrutaras de un idílico pantallazo.

Otra chocante curiosidad de este lugar respecto al resto de sitios por los que hemos pasado en nuestro recorrido por la isla, es su catedral. Estábamos acostumbrados a llamativas catedrales y la de Taormina, destaca por su sencillez.

Catedral de Taormina


Para llegar hasta Taormina nosotros decidimos dejar el coche en uno de los parkings de Mazzaro y ascender el Monte Tauros en funicular prescindiendo del coche y de los problemas/cabreos por no aparcar y siendo más ecológicos (que no económicos).

 

La única pega que poner a Taormina es que allí, los turistas se cuentan por ordas, pero hay otro imprescindible que, sin estar muy alejado del mundanal y animado centro, supone todo un reducto de paz donde puedes huir de masificaciones: Los Jardines de la Villa Comunale.

Este parque público y gratuito está estructurado en plataformas y terrazas que propician unas impresionantes vistas de toda la costa y del volcán. Además cuenta con un montón de plantas diferentes, edificaciones curiosas y un buen parque infantil, “buen” para los hemos visto en toda Sicilia.

Iba tocando ya algo de playa, y la más famosa de esta parte de Sicilia es Isola Bella.

Leerás miles de reseñas alabando los encantos de esta playa y verás cientos de valoraciones positivas acompañadas de comentarios como: “preciosa”, “aguas limpias y cristalinas”, “idílica”. Cierto que es una playa bastante especial, pero Isola Bella también tiene sus desencantos: está masificada, hay que atravesar literalmente varios restaurantes para llegar a la zona pública, sin contar los 134 peldaños previos y que en el fondo y en la orilla es un pedregal. Si quieres una tumbona, que es lo que pide el cuerpo en esta playa, prepara 45€ y si quieres darte un paseo en kayak, 20€ por media hora.


A unos 20 minutos en coche de Giardini Naxos se encuentra el Parque Botanico-Geológico Gole Alcantara.

Más que un espacio natural, te adentrarás en una atracción turística que aprovecha lo llamativo y curioso que resultan sus formaciones del basalto volcánico para atraer visitantes que se dejen los cuartos.

 

Al margen de pagar por aparcar en un descampado, pagar por bajar en el ascensor, pagar un disparate por un trozo de pizza y unas patatas fritas y sólo poder consolarte pensando que a la marabunta que te rodea le han clavado lo mismo que a ti, venir hasta aquí merece la pena.


Pese a la gran oferta de actividades que tienes a tu disposición que van desde el Trekking fluvial al barranquismo pasando por el bodyrafting o despanzurrarte al sol en la playa, yo me decanté por aventurarme a pelo garganta arriba mientras el sector femenino de la familia prefirió quedarse en el concurrido remanso y menos mal que lo hicieron, porque la naturaleza no entiende de edades y habilidades motoras de sus visitantes, ni de si tu cámara es o no acuática  a la hora de afrontar las fuertes corrientes y las orillas resbaladizas.

 

Pero, sin duda, quien tardará en olvidar este lugar, o al menos una de sus atracciones, será nuestra hija. El Spray Park ha supuesto para ella un antes y un después en su vida en lo que a atracción acuática se refiere. No es que se trate de un parque acuático, es una zona de unos 700m2 con chorros, cañones de agua, arcos con difusores y toboganes para los más pequeños, justo lo que Telma necesitaba.

 

La entrada a esta atracción se adquiere en uno de los packs que ofertan en las taquillas junto con la bajada en ascensor.

 

La etapa, y prácticamente el viaje, finalizaron en Castelmola. Este pequeño pueblo está situado en una atalaya a unos 500 m. sobre el nivel del mar y para llegar hasta aquí tienes que pegarte 5 km. más de curvas que para alcanzar Taormina, con la ventaja de que aquí hay 5000 veces menos de turistas.

 

¿Qué mola de Castel-idem?

 

La Piazza de San Antonio, callejear (no invertirás mucho tiempo en recorrer todos sus rincones) y las ruinas del castillo. No son las mejores ruinas que he visto, pero sí son las mejores vistas del Etna que tuvimos.

 

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4 comentarios en «Road Trip de dos semanas por Sicilia»

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