Un paseo por Liubliana

Nuestro viaje en familia por Eslovenia debe continuar, dejamos con pena la zona de los Alpes Julianos pero con la casi seguridad de que la siguiente parada no nos va a decepcionar. Si vas a una ciudad que ha sido galardonada con el título de “Capital verde de Europa” sabes que como mínimo va a resultar una visita agradable.

Liubliana, resultó ser encantadora, cuidada, silenciosa pero con mucha vidilla, de arquitectura elegante pero también con uno de los barrios de cultura alternativa más grande de Europa.  Pequeñita, con grandes espacios verdes, un centro urbano libre de coches y que se puede conocer en un día y andando a ritmo pausado sin que te pierdas lo mejor de la ciudad (o lo que es lo mismo, perfecta para conocer con niños):


PLAZA PRESEREN

Esta animada plaza es el punto neurálgico de la ciudad y un buen lugar para empezar tu recorrido. Una vez aquí y con un rápido vistazo al mapa, te orientarás fácilmente. Lo que más destaca en la plaza es la fachada rosa de la Iglesia franciscana de la Anunciación, el monumento al poeta que da nombre a la plaza (desde una calle adyacente le observa su amada desde una ventana) y una divertida zona donde siempre llueve.

 
 

CRUZAR SUS PUENTES

Como buena fanática de los puentes, para mí siempre son un imprescindible. Los de Liubliana, muy diferentes unos de otros, me han gustado más que por los puentes en sí, por las panorámicas que desde ellos obtienes de la ciudad. Especialmente desde el original Puente Triple, un conjunto de tres puentes que une la Plaza Prešeren con el casco antiguo y desde el el Puente de los Zapateros, llamado así porque durante la Edad Media era una zona comercial donde vivían y trabajaban los zapateros.

También están el Puente de los Carniceros, aunque el nombre de romántico no tenga nada, es otro de esos puentes del amor como tantos que hay por el mundo y que han hecho resurgir de sus cenizas el negocio de la venta candados, tiene unas extrañas esculturas en sus barandillas y el suelo de cristal en los laterales. El Puente del Dragón, no nos ha parecido gran cosa pero está considerado como uno de los mejores ejemplos de Art Nouveau entre los puentes del mundo y posiblemente sea el principal emblema turístico de Liubliana por ser el dragón el símbolo de la ciudad.

PASEOS JUNTO AL RIO LIUBLIANICA

Pasear por las orillas de este río hace honor a la frase “es tan diferente como la noche y el día”. Muy recomendable tanto cuando el sol invita a tomar algo bajo la sombra de los arboles en alguna de las numerosas terrazas que encontramos en ambas riberas como después del ocaso cuando estas mismas terrazas adquieren el toque sexy que le dan la luz de las velas y se inundan de ambientazo pero sin llegar al desenfreno y donde seguramente se forjan muchas de las relaciones que acaban con un candado en la barandilla.

 

MERCADO Y CASCO ANTIGUO

Merece la pena darse una vuelta por los puestos de productos frescos del colorido mercado al aire libre, llevarte alguna bandejita de los irresistibles frutos rojos y seguir recorriendo a paso lento o en 10 minutos, las tres plazas del casco antiguo: Mestni trg (pl. del Ayuntamiento), Stari trg (pl. vieja) y Gornji trj(pl. superior), preciosas calles adoquinadas, con fuentes, músicos callejeros, más terrazas, tiendecitas, y edificios color pastel.

Momento de indecisión

EL BARRIO DE METELKOVA 

Cuando viajamos por ciudades nos decantamos más por los exteriores, fachadas,  monumentos desde fuera y el arte al aire libre. Dicho esto, imagina unos antiguos barracones militares reconvertidos en un gran centro cultural autogestionado, eso es Metelkova, la zona más transgresora de Liubliana junto a la calle del mismo nombre, donde el arte ha florecido y está totalmente integrado en el ambiente, esculturas psicodélicas o hechas de materiales reciclados, edificios cubiertos de graffitis en donde hay talleres, bares, salas de conciertos, galerías de arte o asociaciones. Un sitio de esos que salen en las pelis o los documentales de los que molan al vivirlos en persona.

SUBIR LA COLINA DEL CASTILLO

Es hora de ver Liubliana desde las alturas, para ello puedes subir hasta el Castillo situado sobre la verde colina que hay en centro de la ciudad en un trenecito turístico, a pie por varios senderos o en un funicular que sale desde la plaza Krekov, muy cerca del mercado. Opción que no dudamos yendo con niña y silleta.
 

Una vez allí, puedes pagar 8€/6€ (con/sin funicular) para contemplar, según dicen, la mejor vista de la ciudad desde la torre del castillo, el acceso a un museo y a una exposición sobre la historia de Eslovenia, o como nosotros quedarte con las vistas desde la parte gratuita y los alrededores del castillo que tampoco están nada mal.

 

PARQUE TIVOLI

Igual que Madrid tiene el Retiro o Londres el Hyde Park, Liubliana tiene el Tivoli, el lugar que necesitábamos para desengancharnos  poco a poco del verde de Eslovenia, un bonito parque de 5 km² muy cerca del centro, con numerosos senderos para pasear, correr o montar en bici.

 

Si quieres saber más sobre nuestro viaje en familia a Eslovenia, (preparativos, impresiones, itinerario,…) puedes leer nuestra entrada “Piensa en verde, Eslovenia”

 
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