de patitas en el mundo
  • Inicio
  • Lugares
    • Asia
      • Japon
      • Sri Lanka
      • Malasia
      • Camboya
      • Hong kong
    • Africa
      • Marruecos
    • Europa
      • Croacia
      • Grecia
      • Budapest
      • Praga
      • Portugal
      • Italia
      • Eslovenia
      • España
        • Granada
        • Cordoba
        • Cadiz
        • Almeria
        • Asturias
        • Cantabria
        • Lanzarote
        • Mallorca
        • Toledo
        • Galicia
        • Ciudad Real
        • Cataluña
  • Varios
    • Reflexiones
    • Pelis
    • Libros
  • Fotos
  • Nosotros
  • Colaboramos

A finales de agosto disfruté de un fin de semana de “paternolibertad” y como suele ser habitual cuando me veo liberado de mis obligaciones como progenitor me organizo una ruta de senderismo por Tarragona o alrededores que sea churumbelmente incompatible (al menos con niños tan pequeños como la mía).

La idea era pegarme el madrugón y aprovechar al máximo las primeras horas del día en una ruta que discurre junto al mar, entre acantilados, pinedas y algunas de las mejores playas de la Costa Dorada esquivando el calorazo y la multitud veraniega, sin embargo, soy débil y en mi camino hacia la cama se cruzó la temporada completa de alguna serie de las muchas a las que estoy enganchado y plegué bastante tarde.

Desperté cuando un rayo de sol se coló por las rendijas de la persiana y me atizó en pleno párpado a eso de las 9:30.

Entre las dudas si hacer la ruta o perrear todo el día, los preparativos, el paseazo hasta la estación de trenes y un buen rato de espera,  no llegué a Altafulla hasta las 11:30 mas o menos (2,85€ y 7’ desde Tarragona).

El primer contacto con el mar en la ruta del Camino de Ronda pasa por la Playa de Tamarit  que sin dejar de ser una buena playa, está muy lejos de ser de las mejores de este recorrido. Es una playa amplia y abierta perfecta para quien no quiere complicarse demasiado la vida buscando huecos en un día de temporada alta.

Curiosa la panorámica que hay desde aquí del Castillo de Tamarit
Al final de la playa, nos dirigiremos hacia el norte y entraremos por la calle que hay junto al “Restaurante Brisa Tamarit”.

Si bordeamos todo el recinto amurallado llegaremos a una de mis finalista en la lista de las mejores playas de la Costa Dorada : Cala Jovera

Cala Jovera y el Castillo de Tamarit vistas desde el agua
Desde este lado el Castillo de Tamarit pilla el estatus de postal idílica-tipica de por aquí, pero es que se lo gana a pulso con la playita, las rocas, las cortinas al viento en un pórtico de madera (que siempre queda muy pintón en las fotos de boda) y  las aguas cristalinas.
Sólo un “pero”: no es la mejor opción para un fin de semana de agosto a eso del medio día.

Desde aquí un buen rato de acantilados entre pinares llenos de agradecidas sombras pasando por varios atentados urbanísticos contra la ley de costas nos conducirá hasta playa de La Mora que está demasiado urbanizada para lo que sé que me espera, además en esta época, como se puede ver, esta algo “petada” como para entretenerse a buscar un sitio donde comerse el bocata.
La idea era continuar hasta la Torre de la Mora y continuar por la punta hasta nuestra siguiente parada, pero como podrás ver en wikilock me perdí y tuve que volver por mis pasos hasta retomar el camino por una ruta interior que ya conocía.

Agradecí la sombra de la pineda y agradecí aun mas toparme con este cartel de bienvenida:
Sobran las palabras y la indumentaria (si quieres) porque estamos ante la playa más chula de Tarragona con arena blanca, aguas turquesas y cristalinas: Waikiki Beach o Cala Fonda
Nos taparemos las vergüenzas y continuaremos la marcha porque va siendo hora de comer y me da cosica hacerlo en plena solana y para colmo en bolas.

Decidí saciar mi hambre en la siguiente pineda lo que resultó ser un gran acierto porque resultó ser el último reducto natural antes de ir adentrándonos poco a poco en la urbanidad, pero antes nos quedan los tres kilometrazos de Playa Larga.

Nosotros frecuentamos mucho Playa Larga porque es perfecta para ir con niños y porque su amplitud evita masificaciones los fines de semana.
Esta vez la recorrí entera descalzo, total iba acabar con los pies llenos de arena llevara las botas puestas o no, además así podía refrescar mis “preciosos” piececitos del 45 con el vaivén de las olas y también podría acelerar un posible melanoma recorriéndola a estas horas.

La cala siguiente es otra de nuestras joyas de la corona: Cala Romana. Nuestra preferida los días que nos acercamos a la playa en verano entre semana.

Cala Romana es recogidita, de arena, protegida, con aparcamiento, tiene el agua limpia y se suele formar una gran charca donde Telma retoza como Peppa Pig pero a lo guarro. Vamos además de ser muy bonita para nosotros es ideal.
Si seguimos el camino por el acantilado llegaremos a la Playa de la Savinosa. Aunque esta playa sigue siendo nudista en ella empiezas a darte cuenta que el encanto ha quedado tras de ti y que ya estás entrando en la ciudad de Tarragona.
La siguiente playa que encontraremos en nuestro camino es la Playa de la Arrabassada. Nosotros frecuentamos mucho esta playa urbana por motivos muy vulgares: es la que pilla más cerca de casa y de vuelta el Mercadona está de camino así que se matan dos pájaros de un tiro: Playa+Compra. Además cuenta con aguas muy transparentes.
A partir de aquí, tomaremos el Passeig Maritim Rafael Casanova y caminaremos con las “bellas” vías del tren a un lado y con la irónicamente interesantísima Playa del Miracle.

Llegados a este punto dejaré que cada cual ponga el punto final dónde prefiera. Yo tiré la toalla en el Puerto deportivo después de un buen rato de paisaje aburrido.
Antes de terminar esta entrada he de aclarar que este recorrido ha consistido mi interpretación del verdadero Camí de Ronda que es una ruta circular de unos 20km que unía algunas torres de vigilancia de la zona. Mi opinión es que la sección más playero-costera, es lo mas recomendable.

Próximamente habrá un “Camí de Ronda II” en el que recorreremos los alrededores costeros de Salou.



Powered by Wikiloc

Kioto es el centro cultural de Japón y la imagen que mejor representa al país; barrios tradicionales y miles de templos y santuarios con jardines que parecen obras de arte.

Alberga algunos de los rincones más bonitos y sorprendentes que he visto y veré en mi vida. Sin embargo lo de Kioto no fue amor a primera vista. Salvo la modernísima estación de trenes, nada me atrajo especialmente durante las primeras horas en la ciudad, mucho más grande de lo esperaba, calles sin ningún encanto con construcciones tipo occidental, algunas muy oscuras de noche y avenidas con tráfico caótico pero sin tener la chispa del sudeste asiático. Pero eso, solo durante las primeras horas. Fue atravesar la puerta del primer templo y todo cambió.

Kioto tiene tal acumulación de cosas que ver que no hay otro remedio que seleccionar lo que más te llame la atención, localizarlo en el mapa y en función de eso organiza tus recorridos teniendo en cuenta que es una ciudad grande y los templos cierran a las 16.30 o 17:00 h.  Pero sobre todo calma tu ansia viva por verlo todo porque al fin y al cabo los templos acaban siendo casi todos muy parecidos y están hechos para disfrutarlos con tranquilidad.

Recomendamos 3-4 días bien aprovechados para visitar Kioto y alrededores o más días si lo estableces como campamento base desde el que hacer excusiones por ejemplo a Osaka, Kobe, Nara, Himeji, Okayama, Hiroshima o Miyajima.

Por si te sirve de ayuda, te digo en modo resumen como organizamos nuestros itinerarios de cada día a ritmo de “viaje con niños”. 

Fueron un total de 7 días, incluyendo excursión de ida y vuelta en un día a Nara y otra a Miyajima donde pasamos la noche. Para esta excursión nos guardaron las maletas en la recepción del apartahotel donde estábamos alojados y nos llevamos una mochila con lo necesario.

o Día 1: Ginkakuji (Pabellón de plata), Camino de la Filosofía, Templo Eikando, Templo Nanzenji, Santuario Heian Jingu, Santuario Jasaka Jinja y calle principal de Gion. (Hanamikoji)

o Día 2: Kioto - Miyajima 

o Día 3: Miyajima - Jardín Korakuen de Okayama - Kioto 

o Día 4: Templo Sanjusangendo, Templo Kiyomizu-dera, calles Nannenzaka y Sannenzaka, Pontocho y barrio de Gion 

o Día 5: Kinkakuji (Pabellón dorado), Ryoanji, calles comerciales cubiertas Shinkyogoku, Teramachi y el mercado Nishiki. Este hubiera sido el día para el Castillo Nijo pero la p**a lluvia nos hizo buscar un plan bajo techo. 

o Día 6: Fushimi Inari - Nara Para esta ruta o madrugas mucho o mejor hacerla al revés y así darle a Nara el tiempo suficiente y ver iluminado el Santurio Fushimi Inari que está abierto 24 horas. 

o Día 7: Zona de Arashiyama

Si nos limitamos a Kioto, Ryoanji fue una decepción. Quizá por mera comparación con otros lugares de Japón o porque los jardines secos están hechos para la contemplación y la meditación, cosa que resultó difícil cuando hay 25000 niños de por medio.  El caso es que no nos convenció, y mucho menos si tienes que pagar 500 yenes para entrar.


El resto de lugares forman parte de cualquier lista de imprescindibles de Kioto pero si tengo que destacar entre lo bueno lo mejor me quedo con estos seis:

GINKAKUJI O PABELLÓN DE PLATA

Realmente no tiene nada de plata, sólo se quedó en la intención de su creador de recubrirlo de este material. El edificio es de arquitectura muy simple pero  en conjunto con sus jardines resulta un lugar asombroso. No sé si es porque fue el primer templo de Kioto que visitamos pero a mí me parecía imposible estar viendo semejante belleza.
Pabellon de plata o Ginkakuji

A la entrada te encuentras un jardín seco con una explanada de arena rastrillada, se le llama “Mar de arena plateada” y dicen que representa el Lago Oeste de China, en medio hay un enorme cono de arena en forma del monte Fuji diseñado para acentuar el reflejo de la luna en el mar de arena, casi nada.

El recorrido continúa con un estanque, rocas, plantas, musgo y pequeños puentes que acceden a islotes. Si avanzas por la colina tienes una vista general del templo y parte de la ciudad al fondo, pero desde cualquier ángulo del recinto tendrás estampas de postal.

TEMPLO EIKANDO
Se trata de un terreno grande con varios edificios conectados por pasillos de madera y una escalera que lleva hasta una pagoda desde donde obtienes una buena panorámica de la ciudad; pero aquí de nuevo los jardines son los protagonistas.


Dicen que es uno de los mejores lugares para admirar el otoño japonés o el momiji, cuando las hojas de sus miles de arces pasan del verde al rojo intenso. 



La mejor época para contemplar este fenómeno de la naturaleza en Kioto suele ser entre mediados de noviembre y principios de diciembre. Cuando estuvimos nosotros el rojo sólo estaba empezando a asomar y aún así nos impresionó, prefiero no imaginármelo en su periodo de mayor apogeo, tanto en belleza como en gente practicando el momiji-gari o “caza del arce”.

KINKAKUJI O PABELLÓN DORADO
A pesar del diluvio universal restándole brillo y mi consecuente cabreo, Kinkakuji me pareció una maravilla visual, la combinación perfecta (al estilo japonés) entre arquitectura y naturaleza: un templo precioso cubierto de pan de oro, a orillas de un estanque y rodeado por unos jardines impresionantes (otra vez) cuidados hasta el más mínimo detalle.
KINKAKUJI O PABELLÓN DORADO

KINKAKUJI O PABELLÓN DORADO

FUSHIMI INARI
Recorrer el sendero cubierto de miles de toriis rojos (dicen que hasta 10000) del Santuario Fushimi Inari es una experiencia emocionante que no puede faltar en un viaje a Japón. Un lugar sorprendente y único. A nosotros, el que más nos gustó.
 FUSHIMI INARI

 FUSHIMI INARI

 FUSHIMI INARI

Este santuario es el más importante de Japón dedicado a la deidad Inari, antiguamente dios del arroz y la cosecha pero actualmente también el de la prosperidad en los negocios. Las puertas torii del santuario son donaciones de los comerciantes para pedir o agradecer favores a Inari.


Aunque puedes andar hasta donde quieras, el camino completo que llega hasta la cima de la montaña son unos cuatro kilómetros, unas 2 o 3 horas de ida y vuelta. No tuvimos la oportunidad de comprobarlo pero dicen que conforme más avanzas los torii se distancian, te adentras más en la naturaleza y se reduce considerablemente el número de turistas.

Nota: si viajas con niños pequeños, no visites Fushimi Inari con silleta de paseo o busca un rinconcito donde dejarla a la entrada porque hay turistas a tropel y muchos tramos con escaleras.

GION Y CALLE PONTOCHO
Nuestra fascinación cambia de lugar y se va hasta “El barrio de las geishas”. Para conocerlo hicimos una interpretación personal de la ruta recomendada por Japonismo.  




El itinerario que escogimos dibujaba un recorrido repleto de callejuelas tradicionales iluminadas con farolillos que cruzaba de Gion Higashi a Gion Kobu pasando por un montón de enigmáticas e intrigantes casas de té. Saliendo de las calles principales apenas nos cruzamos con gente y me gustó porque se veía un barrio muy auténtico, no parecía un decorado preparado para el turismo como otros muchos sitios que me vienen a la mente.

En cada rincón descubres un detalle que te retrotrae a tiempos de “Memorias de una Geisha” y  te fijas en cada taxi y en cada puerta con el deseo de cruzarte con alguna, pero no es fácil atrapar a una maiko o geisha con tu cámara, aún así la propia búsqueda merece, por sí sola, la pena.


BOSQUE DE BAMBÚ DE ARASHIYAMA
Reconozco que lo que había imaginado de este bosque era más seductor de lo que me encontré en realidad, sin duda es el típico lugar al que las fotos  le favorecen. Lo esperaba más grande, más salvaje, más místico; claro que la cantidad de turistas tampoco ayuda mucho. Sólo pegándote un bien madrugón podrás disfrutarlo casi en soledad.

Aún así es una visita imprescindible. Todos los días no se tiene la oportunidad de estar en un entorno natural tan asiático/exótico, rodeado de enormes bambús, a mí personalmente me encantan por su belleza sencilla, pero además sus cualidades naturales la convierten en una de las plantas más especiales del planeta. En Japón el bambú está muy vinculado a la vida y la cultura.
BOSQUE DE BAMBÚ DE ARASHIYAMA

BOSQUE DE BAMBÚ DE ARASHIYAMA

BOSQUE DE BAMBÚ DE ARASHIYAMA

MOVERSE POR KIOTO

La mejor manera de conocer Kioto es con los autobuses públicos. Te puedes descargar el mapa de autobuses para ir familiarizándote con él en este enlace. No te asustes, es mucho más fácil de lo que parece. En él puedes localizar los templos y ver qué línea de bus lleva a cada uno, también te ayudara a planificar los itinerarios.

Si aún no vas con la tarea hecha cuando llegues a Kioto no te preocupes. Nada más llegar puedes hacerte con los mapas de la ciudad o de los autobuses y comprar tu tickets en el Centro de Información Turística en la 2º planta de la estación de Kioto o en la estación de autobuses que está frente a la estación de trenes.  

Lo más rentable es comprar el “City Bus All-day Pass” por 500 yenes (mitad de precio para niños entre 6-12 años) con el que puedes viajar las veces que quieras durante todo el día.

Cada parada de autobús tiene un panel informativo con los templos por donde pasa el autobús, reconocerás las principales por las enormes colas. En el autobús todas las paradas se anuncian en inglés y en japonés.

Hay que subir por la puerta de atrás y bajar por la delantera. Se paga o se pasa la tarjeta cuando vayas a bajar, junto al conductor. Si vas a pagar en metálico mejor lleva el importe exacto o tendrás que enfrentarte a la máquina para que te dé cambio bajo la atenta y entornada mirada de todos los pasajeros.

OTRAS ENTRADAS DE JAPÓN

Viajar a Japón con un bebé
Alojamientos en Japón
Tokio: impresiones y lugares imprescindibles






De lo que voy a hablar nada tiene que ver con que Marta se liara con un gondolero de “jersey a rayas”, ni mucho menos que yo tuviera un idilio con una “guiri”  con pamela haciendo poses entre los canales.

Se trata de una aventura de verdad: La gran aventura de intentar ver Venecia en 1 día, en plena temporada alta y con un bebe a rastras.

Para nosotros Venecia era la etapa inicial y final de nuestra ruta en coche por Eslovenia y sopesamos profundamente los pros y los contras de alargar nuestra estancia, pero ya nos conocemos bien y somos conscientes de que si no la hubiéramos visitado habríamos  lamentado perdérnosla porque lugares con canales hay muchos pero Venecia solo hay una.

Sin embargo su centro “histórico-famoso-interesante” es tan bonito que su propio éxito le mata y es muy difícil sacarle todo el jugo en temporada alta y con una pequeñaja a cargo porque hay ciudades que no están hechas para ir con niños de esta edad.

Dicho esto, os recomiendo que olvidéis la silleta en el hotel porque el porteo en cualquiera de sus disciplinas (mochila, en brazos o intercalando ambas técnicas) es la única opción válida si no quieres ir atropellando marabuntas de turistas o convertirte en un “porteador” tirando del carro entre puentes estrechos y escaleras abarrotadas de gente.

He de hacer un inciso y explicar un pequeño detalle en lo relativo a la “planificación” que notaréis a lo largo de toda esta entrada. Lo habitual es que yo me haga el remolón con la organización del viaje y me limite a ver fotos del lugar donde vamos para que parezca que hago algo, mientras que Marta se encarga de casi todo lo demás. En esta ocasión me quedé sin escapatoria hacia el escaqueo porque ella estaba demasiado liada con los preparativos del viaje en general.

Como era de esperar, mi falta de costumbre en lo que a la organización previajera se refiere, dejó sin solucionar algunas cuestiones vitales a tener en cuenta cuando llegas a un lugar que no conoces y lo pretendes explorar. 

Por ejemplo, en los preliminares pasé totalmente por alto plantearme "cómo llegar al centro histórico de Venecia" desde nuestro alojamiento (Smart Hotel Holiday). Al final este olvido no supuso ningún inconveniente porque en el hotel nos topamos con una recepcionista simpatiquísima que nos recomendó pillar el tranvía que une el barrio de Mestre  con La Isla cruzando por el Puente de la Libertad. El trayecto duró unos 35' minutos reales y un par de horas psicológicas entre la gente, el calor, la niña, la mochila, leer notas, el mareo, etc.

Otra muestra de mi incompetencia organizativa fue que no tracé una ruta a seguir desde la Piazzale Roma (punto mas cercano al meollo histórico dónde se puede llegar en transporte público "seco") y nuestros objetivos.
Delegué esta responsabilidad en manos de Mr. Google Maps que se portó como un campeón y que, al tratarse de Europa es #bytheface.

Todo no iba a ser desorganización, improvisación y suerte. También vinieron algunos deberes hechos. Días antes de nuestra llegada volví a utilizar mis contactos en Mr. Google  y puse en el buscador: ¿Qué ver en Venecia?. De los miles de resultados eché un vistazo a los dos o tres primeros y coincidían más o menos en lo mismo.

Recogí dichos puntos en el siguiente mapa para facilitarme las cosas en campo:
Ojo, he añadido también maps el Parque Giardino Papadopoli aunque no destaque especialmente por su belleza. Su interés radica en que es de los pocos lugares en los que uno se puede permitir un pequeño respiro, un poco de esparcimiento, sentarse y descansar. Hay algunos bancos, césped, sombra… que te permiten alimentar o cambiar al bebe con cierta tranquilidad. Eso sí al poco tiempo de estar ahí estrecharas los lazos de sangre con cientos de mosquitos gigantes.

Si has echado un vistazo al plano, comprobarás que la mayoría de los lugares de interés como pueden ser  la Basílica de San Marcos, el campanario y el Palacio Ducal de Venecia se concentran alrededor de la Plaza de San Marcos
Perderse para llegar a esta plaza es imposible porque todo el mundo se dirige allí y además hay montones de carteles, cartelitos e indicaciones para llegar allá dónde desees. No te preocupes por perderte algún rincón con encanto porque no pasan desapercibidos ya que lo normal es que haya que esperar turno para hacerse una fotito con ellos de fondo.
Nota del Editor: Cuanto más tardes en hacerte ese selfie, mas tiempo darás al público en general a analizar de forma crítica pero constructiva tu modelito, los complementos que lo acompañan y sobre todo tu pose imposible. Así que no olvides echar tus mejores looks en esa maleta que te obligaron a facturar para quedar muy cukie en instagram.

Como ya he dicho antes, vine con algunos de mis deberes hechos y saqué ideas de: ¿Qué hacer en Venecia?, esta vez de la mano de Mochileando por el Mundo

De lo que recomendaban me habría gustado pisar cada uno de los 6 barrios de la ciudad o "Sesteri" (Annaregio, Castello, Dorsoduro, San Polo, Santa Croce y San Marco), pero contábamos con muy poco tiempo para ello y también me habría gustado buscar "Nissioeti" si me hubiera acordado de hacerlo.

Pero si navegamos en Vaporetto por el Canale Grande para pillar la perspectiva desde el agua del Puente de Rialto, Puente de la Academia del Puente de los Descalzos y de toda la ciudad. 



Nos preocupamos por los precios, tal y como decían los colegas bloggeros y menos mal que lo hicimos porque las clavadas acechan hasta en la farmacia dónde se nos ocurrió acudir en busca de algo tan imprescidible en momentos de crisis como un chupete que no solo fue caro, sino que se perdió en 5 minutos.

Y también nos comimos un helado, eso sí, en pleno suelo veneciano porque los bancos o cualquier otro elemento arquitectónico que sirva para descansar las posaderas están en vías de extinción por esta zona.

Está claro que recomendaría Venecia pero tengo que reconocer no estábamos preparados para ella o ella no estaba preparada para nosotros.

TOKIO

Donde dormir en Tokio supuso mi mayor quebradero de cabeza de todo el viaje a Japón pero una vez empiezas a conocer un poco la ciudad lo ves más fácil. Lo importante es que esté bien ubicado, y un alojamiento bien ubicado en Tokio será el que tenga a pocos minutos, una parada de metro o tren, y preferentemente si es de la línea Yamanote que recorre el centro en una línea circular que incluye casi todos los lugares de interés sin necesidad de hacer transbordo. Con la ventaja añadida de que si tienes el Japan Rail Pass activado puedes utilizarla de manera gratuita. También, cuanto más cerca tenga los lugares de interés mejor que mejor.


De entre todas las posibilidades, yo creo que estas son las 3 mejores zonas:

-      UENO. Bien comunicada y está cerca de dos imprescindibles, Asakusa y Akihabara, y también del antiguo barrio de Yanaka, al que dedicaría un tiempo si te sobra y del parque de Ueno, uno de los mejores para disfrutar de los cerezos en flor en primavera. Parece que los precios por aquí no son tan elevados y lo mejor es que tiene tren directo desde el aeropuerto (el Keisei Skyliner) hasta Nippori en 36 min y Ueno en 40.

-        SHINJUKU. Una zona mejor comunicada aún, con mucha oferta hotelera, animada y perfecta porque es donde se concentran más puntos de interés. Puede que incluso tengas el lujo de ir andando en alguna ocasión.

El hándicap puede ser que aunque a priori pueda parecer una ventaja alojarse en el propio shinjuku, hay que tener en cuenta la complicación de su inmensa estación, la más transitada del mundo con 3 salidas principales pero miles de secundarias, es toda una ciudad subterránea. No quiero imaginar el estrés de la llegada desde el aeropuerto o que tengas que patear mucho cada día hasta llegar al andén. Si fuera una parada antes o después de la propia Shinjuku mucho mejor.

También hay un tren desde el aeropuerto (el Narita Express) con paradas Shinjuku y Shibuya. A Shinjuku tarda 80 min en llegar. Fue el que tuvimos que coger nosotros y se me hizo interminable.

-       ZONA DE ESTACIÓN DE TOKIO. Una zona menos interesante pero el mejor lugar si pretendes hacer varias excursiones (de ida y vuelta a Tokio) a otras ciudades del país. También está bien comunicado con otras zonas de la ciudad y con el aeropuerto.

Nuestro alojamiento en Tokio

Nosotros al viajar en familia optamos por alquilar un apartamento a través de airbnb. Elegimos uno situado en Takadanobaba de la línea Yamanote, dos paradas por delante de Shinjuku, dirección Ikebukuro. Quedamos super contentos con la ubicación, muy cerca del meollo japonés y con línea directa a la estación de Tokio y a Akihabara. 

El apartamento tiene muy buenas opiniones en airbnb y nosotros también lo recomendamos. Está en una zona con supermercados y restaurantes, a menos de 5 min del metro. En cuanto reservamos la anfitriona nos mandó un mapa y toda la información de cómo llegar. 

Es pequeño (aunque mucho más grande de lo que luego tuvimos en Kioto), pero como todos los que encontramos en Tokio dentro de nuestro presupuesto. Con un baño y una cocinita mejorables pero muy bien por todo lo demás. Una mesa grande para comer, sofa, wifi, una cama de matrimonio muy cómoda y un futón. 

Te dejo en enlace y recuerda que si vas a hacer tu primera reserva en airbnb te regalo 25€ de descuento pinchando aquí.


MIYAJIMA

Miyajima GuestHouse Mikuniya. Totalmente recomendable, un lugar del que no querrás marcharte nunca! 

Muy bien ubicado en Miyajima y a buen precio comparado con otros de la isla. Es un alojamiento de estilo japonés, grande, precioso y acogedor, con un jardín y una sala común que tiene ordenador, una TV enorme, piano, guitarra, algunos juegos, guías turísticas,…hasta mapaches vimos en el jardín. 

El trato del dueño, inmejorable. Es muy amable, nada más llegar, te da un mapa y te explica todo lo que tienes que ver en la isla. Luego está por allí accesible para lo que necesites pero muy discreto, tú te encuentras como si estuvieras en tu casa.

La estancia sólo incluye el desayuno (café, tostadas, galletas, zumo y cereales) pero la cocina está a disposición de los huéspedes para cuando la necesiten.

Hay habitaciones privadas y compartidas. Son amplias, con calefacción o aire acondicionado, tienen un lavabo pero los baños son comunes, aunque eso si, limpísimos. La nuestra tenía una terraza acristalada con vistas al mar, muy bonita.

Miyajima Guest House Mikuniya


KIOTO

Bochibochi Karasuma. La ubicación es buena, a unos 10 min de la estación de tren y de la parada de autobuses que está en la puerta de la estación. Cerca del alojamiento también hay parada de autobús, conveniente sobre todo para la vuelta de tu visita por la ciudad, para la ida, mejor cogerlo en la primera parada. Cerca también tienes un pequeño supermercado y un parque. 

La parte negativa es que la zona donde se encuentra está poco iluminada, una vez pasas la avenida principal que sube de la estación y las calles aledañas, todo está muy oscuro de noche y excesivamente tranquilo. Pero tratándose de un país tan seguro como Japón tampoco es mucho inconveniente.

Es un alojamiento moderno, la habitación muy limpia, las instalaciones parecían a estrenar y la cama me resultó muy cómoda. Sin embargo, en cuanto a espacio, un poco justo, no se diferencia mucho de lo que sería una habitación de hotel salvo por el área de la cocina. La nuestra tenía 3 camas, quizás hay habitaciones más amplias. La habitación cuenta también con un pequeño armario, una mesita, sillas y un escritorio con ordenador.

Tiene lavadora y opción de secado pero esto mejor preguntar en recepción como funciona.

Lo que más me gustó fue el baño. Bastante grande, con el típico inodoro japonés lleno de botoncitos, secador, cepillos de dientes con pasta, toalllas, ducha con bañera aparte y ¡productos de aseo marca shiseido!

Se lo montan bien, a partir de las 17:00 ya no hay nadie en recepción, si vas a llegar más tarde te mandan un mail con tu clave para que cojas las llaves del casillero. Este sistema me lo copio para mi futuro albergue. 

Cuando los llegas a conocer en persona, son muy amables, a nosotros nos dejaron guardar las maletas en recepción durante la noche que nos fuimos a Miyajima.

Otro pequeño inconveniente si llevas mucho equipaje y te alojas en las plantas superiores es que no hay ascensor. A nosotros no nos resultó un problema porque dejamos la silleta de paseo en la planta de abajo. 

En definitiva, al viajar con la niña, hubiera preferido estar más pegada aún a la estación y en la zona con más servicios sobre todo por el momento de salir a cenar, pero sí es un alojamiento que recomiendo, estuvimos cómodos.


Otras entradas de Japón:

Viajar a Japón con un bebé
Tokio: Impresiones y lugares imprescindibles



Suscribirse a: Entradas ( Atom )

REDES SOCIALES

SIGUENOS EN FACEBOOK

De patitas en el mundo

NUESTRO INSTAGRAM

SIGUENOS EN GOOGLE+

ENTRADAS POPULARES

  • De tapeo por Granada
  • Camino de Ronda I, senderismo entre playas de Tarragona
  • Granada itineraio 2: Miradores del Albaycín y Sacromonte
  • El viaje que nunca llega
  • Oporto en dos días

TEMAS

Angkor Asturias Budapest Cabo de Gata Cádiz cantabria Ciudad Real Croacia Eslovenia España Galicia Gatos Granada Hong Kong Islas Griegas Islas Perhentian Italia Japón Lanzarote Libros Liebster Award Malasia Mallorca Marruecos Mostar Nosotros Películas Portugal Praga Reflexiones Senderismo Sri Lanka Toledo Turismo responsable viajar con niños

 

 
Booking.com
Con la tecnología de Blogger.

Blog comprometido

Blog comprometido

 

depatitasenelmundo@gmail.com

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

INFOBLOGS

INFOBLOGS

TWITTER

Tweets por el @de_patitas.
Copyright 2014 de patitas en el mundo.
Designed by OddThemes